
El hermanamiento no es la culminación de nada, como cabría pensar. Al contrario, ello es el comienzo de una relación que pretende afianzar vínculos, tender puentes entre ambas poblaciones mediante los cuales familias puedan conocer nuestras distintas costumbres, tradiciones y modos de vida. Igualmente, pretende abrir una ventana de oportunidad que haga más sencillo el intercambio de nuestros productos insignias, el aceite y el vino, así como las respectivas culturas que de ello se desprenden.
A todo esto, y siendo uno de los motivos principales de la visita institucional, el alcalde y los concejales que le acompañaron acudieron a diferentes municipios para visitar algunas de las muchas cuadrillas que en esta época se encuentran en la tierra del vino. Se visitaron a carteyanos y carteyanas que se están afincados en Uruñuela, Hormilla, Medrano, Rodezno, San Asensio y Badarán. Todos ellos han sido lugar de acogida de cientos de temporeros de Nueva Carteya durante décadas. Por ellos, al igual que en muchos otros, los carteyanos se han ganado la vida en la recogida de la patata, remolacha, en los frutales o en la vendimia. Y nunca sin esfuerzo. Y siempre dejando huella, ganándose el respeto y cariño de los riojanos.


Por último, agradecer a las autoridades de Uruñuela, con la dirección de su alcalde, Carmelo Benito Guinea Pascual, la buena acogida y el haber mostrado una férrea voluntad de seguir afianzando lazos a futuro.